Lavanda:

usos y beneficios para la piel

El aceite esencial de lavanda es un ingrediente natural que ayuda a calmar y sanar la piel. Aprende a utilizar la lavanda en tu rutina de cuidado de la piel.

Lavanda: usos y beneficios para la piel

 

La lavanda, también conocida como “lavandula”, es un género de plantas formado por 30 especies conocidas. Entre ellas, 2 especies son más conocidas por sus nombres botánicos: “lavandula angustifolia”, también llamada “lavanda verdadera”, y “lavandula x intermedia”, llamada “lavandín” para abreviar.

 

Darphin utiliza en sus productos la lavanda verdadera, uno de los aceites esenciales más conocidos. La lavanda verdadera es un excelente aceite armonizador y es muy apreciado por su capacidad para calmar el sistema nervioso y regenerar la piel.

 

Las propiedades calmantes y curativas de la lavanda se han utilizado durante generaciones, y son tan poderosas que llevaron a la invención de la aromaterapia tal y como la conocemos hoy.

 

Aceite esencial de lavanda: Origins

 

La lavanda se emplea desde tiempos inmemoriales como remedio natural y fue el primer aceite esencial que se utilizó para sanar el cuerpo.

 

La historia del aceite esencial de lavanda es sinónimo del químico y perfumista René-Maurice Gattefossé. Mientras trabajaba en su laboratorio de Lyon, Francia, en 1910, Gattefossé resultó gravemente herido en un accidente que le causó graves quemaduras en los brazos. A pesar de recibir el mejor tratamiento hospitalario disponible en ese momento, sus quemaduras se negaron a curarse y empezaron a empeorar.

 

Su conocimiento de los usos tradicionales de la lavanda, combinado con sus estudios de las plantas aromáticas, llevó a Gattefossé a intentar utilizar el aceite esencial de lavanda como tratamiento para sus heridas infectadas.

 

Para su gran alivio, la aplicación del aceite de lavanda calmó su piel. Sus heridas mortales empezaron a desaparecer y su piel cicatrizada comenzó a curarse. La recuperación de Gattefossé mediante el aceite de lavanda tuvo tanto éxito que lanzó la práctica de tratar el cuerpo con aceites esenciales, conocida como “aromaterapia”, neologismo acuñado por el propio Gattefossé.

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¿Cómo se produce el aceite esencial de lavanda?

 

Después de ser cosechadas, las plantas de lavanda se secan para que los capullos de las flores puedan extraerse más fácilmente. A continuación, los capullos se cuecen al vapor suavemente, para extraer el aceite de las flores. Cuando el vapor se enfría se convierte en un líquido que es parte agua y parte aceite de lavanda. Este líquido se separa para extraer las preciosas gotas de aceite de lavanda.

 

¿Cuáles son los beneficios de la lavanda para la piel?

 

Hoy en día, la lavanda verdadera es uno de los aceites esenciales más utilizados, ya que contiene muchas propiedades curativas.

El aceite esencial de lavanda verdadera favorece la cicatrización, ya que es antioxidante y antiinflamatorio. También puede utilizarse como analgésico y como tratamiento antibacteriano o antiséptico.

Además, la lavanda tiene uno de los olores más complejos y redondos de la aromaterapia. Se dice que el olor del aceite de lavanda puede ayudar a aliviar la ansiedad al calmar y revitalizar los sentidos.

 

¿Cómo puedo utilizar el aceite esencial de lavanda en el rostro?

 

El aceite esencial de lavanda verdadera puede utilizarse como parte de un tratamiento para la piel o como parte de tu rutina de cuidado de la piel.

Como parte de una rutina de cuidado de la piel, el aceite de lavanda puede ayudar a reducir las imperfecciones y a calmar la piel. El Néctar de 8 flores de Darphin contiene auténtico aceite esencial de lavanda extraído de la planta “lavandula angustifolia”. Tras la limpieza y la aplicación de un sérum, aplica unas gotas en el rostro y el cuello. A continuación, haz un suave masaje para nutrir la piel y conseguir un rejuvenecimiento nocturno.

Para un tratamiento en mayor profundidad, dirigido a las pieles propensas a las imperfecciones, prueba nuestro Bálsamo aromático purificador con aceite de lavanda verdadera para aclarar y favorecer una piel de aspecto saludable. Antes de acostarte, calienta una pequeña cantidad de bálsamo entre las palmas de las manos. A continuación, masajea con movimientos circulares por todo el rostro o como tratamiento puntual. Utilízalo como rescate SOS una vez a la semana o cada noche durante 4 a 5 días.

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